Heavy Metal colombiano 2

La evolución del Heavy Metal en Colombia (1990-1995): La escena crece

Aunque el Heavy Metal colombiano seguía siendo un fenómeno en esencia underground y contaba con poco apoyo para su difusión, los músicos y los fanáticos se las arreglaban para difundir este estilo musical.  En el caso de Bogotá, empezaron a multiplicarse los bares metaleros en diferentes zonas de la ciudad.  Habían de diferentes estilos: desde aquellos que ocupaban el primer o segundo piso de una casa, hasta otros mas "rústicos", ubicados en sótanos o en bodegas y en piso de tierra.  En esos lugares la oscuridad y la penumbra imperaban.  Esa oscuridad se rompía cuando el dueño del bar ponía a todo volumen el disco metalero de su predilección.  En otros casos, la oscuridad se quebraba con el grito de batalla del cantante de la agrupación de turno que tocaba en vivo un viernes en la noche.

El comercio de casetes rústicos mandaba la parada, era un comercio de voz a voz y de mano en mano.  El grupo metalero aprovechaba su presentación en vivo para promover su casete demo, antes o después del concierto.  En las mesas de los bares existentes, los grupos metaleros dejaban volantes promocionando la presentación del siguiente fin de semana, algún número telefónico de contacto, el precio de la entrada y nada más.  

Al mismo tiempo, algunos fanáticos ponían a prueba su creatividad y editaban sencillas revistas para promover el género en la escena, a ese producto se le conoce como fanzine (es decir, el magazine escrito y editado por los fans).  En Bogotá conocí, a mediados de los años noventa, varios de estos fanzines.  Así era el fenómeno:  todo se hacía con poco presupuesto, con las uñas, pero con mucha pasión.

En medio de todo esto, los grupos metaleros transitaban.  La reconocida agrupación Masacre seguía lanzando discos en los noventa.  Presentan Cáncer de nuestros días (1990), luego lanzan Reqviem (1991), continúan con Ola de violencia (1991), editan posteriormente los álbumes Barbarie y sangre (1993) y Sacro (1995).  

Simultáneamente, a principios de 1993, la banda bogotana La Pestilencia continuaba abriéndose camino.  La base del grupo estaba en Bogotá, a veces iban a tocar a Pereira, Medellín o Manizales, pero la base era Bogotá.  Lanzan al mercado su segundo disco titulado Las nuevas aventuras de La Pestilencia (1993).  Este disco fue lanzado gracias a un esfuerzo conjunto: el de las discotiendas metaleras, ubicadas en el centro de Bogotá, y el sello independiente conocido como Mórbida Productions, que tuvo su base en Envigado (Colombia).

Grupo: La Pestilencia. Album: Las nuevas aventuras de...

                                               

En cuanto a las letras, se hace referencia a la corrupción política, los mendigos en las calles, la contaminación y una crítica hacia el maltrato animal, entre otros temas. a través de letras directas y agresivas.

A mediados de los noventa, la escena del Heavy Metal colombiano tenía tres zonas de influencia:  Medellín, Bogotá y el eje cafetero (en ciudades como Manizales, Pereira y Armenia).

Junto a La Pestilencia, en Bogotá se destacan agrupaciones como Darkness.  Esta banda combinaba Heavy Metal y Thrash Metal, lo que se evidencia en su primer disco titulado Espías Malignos (1989).  En este caso, fueron también las discotiendas metaleras del centro de Bogotá las que financiaron las horas de grabación en el estudio y el prensaje del disco.     

Durante la primera mitad de los noventa, también aparece en la escena la agrupación bogotana Neurosis.  Ellos lanzan un demo titulado Mas allá de la demencia (1991) y sus siguientes trabajos serán en formato de CD:  Me refiero a los discos titulados Verdun (1995) y Karma (1996).  Estos dos CDs se lanzan con un sello discográfico independiente.  En cuanto a sus letras, esta banda se centra en una crítica a la irracionalidad de las guerras.  Su música es veloz y la voz es rasgada, de estilo Thrash Metal. 

En la próxima entrega seguiremos hablando de la evolución de la escena del Metal en Colombia y como 1995 se convirtió en un año clave porque llega el festival llamado Rock al Parque, que se celebra en Bogotá desde aquel año.

Un sincero homenaje

No puedo pasar por alto rendirle un sincero homenaje a dos protagonistas de los orígenes del Metal en Colombia, que fallecieron hace algunos años:

Mauricio Montoya Botero (2002):  Fallecido en el año 2002.  Conocido en la escena metalera como "Bull Metal".  Fue locutor radial en Medellín y lideraba el programa "Criaturas del Metal" y luego "La cortina de hierro" en emisoras de esa ciudad, donde se difundía la música Metal.  Fue baterista de bandas como Amén, Agressor, Masacre, Tenebrarum, entre otras.

Elkin Ramirez (2017):  Fallecido en el año 2017.  Cantante, compositor y líder de la banda de Metal de Medellín, Kraken, uno de los referentes de la historia del género en Colombia.  Paz en sus tumbas.😈

Fuentes:  http://punk-en-obra-negra.blogspot.com/