El Glam Metal

El Glam Metal:  Los falsos Metaleros

Los mas radicales del mundo metalero me querrán quemar vivo por escribir en este blog el siguiente artículo.  En cambio, los metaleros mas moderados dirán que tengo razón.  En los años ochenta hubo una explosión de bandas en EE.UU., particularmente en el Sunset Strip de Los Angeles (California), que nos hicieron creer que eran metaleros duros, pero en realidad estaban lejos de ello.  Me refiero al movimiento Glam Metal.  

Todas esas bandas de Glam Metal hacían parte de un modelo prefabricado, de una fórmula comercial muy exitosa en esa década.  El paquete estaba compuesto por un grupo de 4 o 5 rockeros, la mayoría muy apuestos.  Pero el más bonito de todos era el cantante:  sonrisa perfecta, grandes ojos azules, y una hermosa cabellera bien cuidada.  A esa fórmula se le añadía un delineador en los ojos y un toque de labial rojo y listo!  Estos sujetos quedaban más hermosos que nuestras amigas en los ochentas.  Algunos se parecían tanto a una mujer que rayaban con el travestismo, nada que ver con el color negro, la penumbra o la pose ruda del Heavy Metal clásico.

Los críticos de la música metalera se referían a estas bandas como el movimiento Hair Metal, en el cual no importaba mucho la potencia o ser radical con la música heavy, sino tener una cabellera perfecta.  Otros críticos los bautizaron como Soft Metal (Metal suave), toda una contradicción el término, ¿no les parece?.  Pero a pesar de las críticas que recibían, varios aparecen en las enciclopedias del Heavy Metal.   

La fórmula comercial perfecta del Glam Metal se completaba con la producción de una hermosa balada muy rockera, conocida como la Power Ballad, llena de melódicas guitarras, voces bien pulidas y una letra que hacía llorar a nuestra novia de turno.  Me refiero a canciones como Every Rose has its thorn de Poison, Don't know what you've got 'till is gone de Cinderella, Is this Love de Whitesnake, el tema Ready for a heartbreak de Winger, la canción Heaven de Warrant, y no olvidemos la lacrimosa When the children cry del grupo White Lion, entre tantas otras.  Han sonado y siguen sonando en la radio.

Carátula del primer disco del grupo Poison

Adicional a la power ballad, las letras de las canciones de estos grupos eran superficiales en todo sentido.  El centro de sus letras era el sexo, las drogas, las mujeres y el rock.  Si, así como suena.  No había crítica a las grandes corporaciones ni crítica al stablishment como en las letras del Grindcore, ni relatos desgarradores sobre las guerras como en el Thrash Metal, ni la crítica a la religión como en el Black Metal.  Nada de aquello que encontramos en todos los otros subgéneros de la música metal.

El grupo que llevó al extremo todo el asunto de sexo, drogas, mujeres, rock y maquillaje fue Motley Crue, fundado en 1980.  La fórmula fue muy exitosa, vendieron discos por montones, se llenaron de dinero.  De allí en adelante, muchos grupos les copiaron...y también les funcionó.

El canal de videos MTV también ayudó a la enorme popularidad de estos grupos en los ochenta.  Los videos mostraban a estos rockeros en fiestas interminables donde rodaban botellas de whisky y chicas con poca ropa.  Otros videos mostraban a los mismos rockeros montados en sus enormes motocicletas a toda velocidad por la ciudad de Los Angeles o en llamativos carros, acompañados por mujeres con pechos prominentes.  Todo era exceso.

El escritor Andrew O'Neill explica con detalle el entorno donde se configuró el Glam Metal:

El Glam Metal tenía predilección por una sexualidad escandalosa y por el consumo de absolutamente todo: drogas, chicas, lacas de pelo.  La misoginia estaba a la orden del día: el Sunset Strip estaba lleno de clubes de estriptis y tenia una especie de obsesión por las luchas en el barro.  Todo esto no estaría tan mal si por lo menos la música fuera buena.  Pero, ay, nada de eso, en absoluto. 

Todos estos grupos nacieron en los ochentas, se hicieron super famosos en esa década y la mayoría desapareció al final de ese periodo.  Muchos de ellos entraron en crisis económica y tuvieron que vender sus propiedades en los noventas porque ya casi nadie los contrataba para tocar.  Algunos se convirtieron en locutores de radio o presentadores de programas rockeros en la TV, para superar la crisis.  Otros terminaron con su vida porque no soportaron la pérdida de la fama y ser condenados al olvido, como le ocurrió al cantante de Warrant, Jani Lane. Un documental del canal VH1 describe muy bien todo esto. 

A los metaleros duros no les gustaba el Glam Metal.  Al respecto, hay una imagen muy famosa en la que aparece el baterista de Metallica clavando con odio un cuchillo en una foto del cantante de Winger, como queriendo decir: 0igan!, este tipo con cara de modelo de televisión y hermosa sonrisa no representa al metalero de verdad!

Mi experiencia con el Glam Metal, las power ballads y demás   

Que puedo decir...todas las power ballads las he escuchado.  Aunque el Glam Metal no era la mejor ni la mas digna expresión de la música metal, no se puede negar que su impacto comercial fue tremendo en los ochentas.

Escuché muchos grupos de Glam Metal en los ochenta.  Lo interesante es que el Glam Metal fue una puerta de entrada a la música metal para muchas personas.  Lo que hice yo fue cruzar esa puerta y sumergirme en el laberinto del Metal.  Luego conocí grupos de Thrash metal, de Death metal, de Black metal, de Doom metal, etc.  Muchas personas se quedaron en la puerta de entrada, con la faceta más comercial y superficial de la música Metal, que era el Glam.

Afortunadamente yo cruce la puerta, me he sumergido en el laberinto metalero y, cada día, estoy abriendo una puerta nueva dentro de este fascinante laberinto. 😈

Fuentes: 

Andrew O'Neill.  La historia del Heavy Metal. (Barcelona, 2018).