Black Metal en los noventas

El Black Metal:  Ocultismo y símbolos invertidos

El guitarrista Glen Benton, de la agrupación de Black Metal de Estados Unidos denominada Deicide, le dijo alguna vez a la Revista Metal Hammer en Español (Madrid, 1995) lo siguiente:

La energía negativa tiene un efecto más poderoso que la positiva.  El demonio tiene más poder en este mundo que el bien...¿que si creo en el Diablo?, pues claro!, ¿y en el mal? pues también! Una de las mejores partes del Black metal es la oposición:  todo esta invertido.

Efectivamente, en ese movimiento del Black Metal, TODO ESTA INVERTIDO, es el centro de su discurso. No solo es la inversión de valores (el mal sobre el bien, la energía negativa sobre la positiva), sino también predomina la inversión de símbolos como la cruz cristiana, que usan en forma de aretes o collares, pero colgada al revés.  La vestimenta negra, la expresión de sus rostros pintados de negro y blanco, accesorios como capas, hachas o espadas (sobre todo en los grupos nacidos en el norte de Europa), le otorga a este subgénero del Metal la peor reputación posible.  Esta estética choca con el público ajeno a ese mundo.  Incluso para los que hemos leído o escrito algo sobre este asunto, nos resulta difícil de procesar.

No voy a entrar en el debate sobre el Satanismo en el Black Metal.  Ya existen en internet muchos artículos sobre este subgénero, decenas de documentales sobre este movimiento (que no solo es musical sino que también es ideológico) y algunos libros que analizan este fenómeno.  Queda en sus manos acceder a ellos, si así lo desea, y que usted se forme sus propias conclusiones.

Como ya lo habíamos indicado en otra entrega anterior, bandas como Venom, Hellhammer, Mayhem y Bathory sentaron las bases del fenómeno en los años ochenta.

Pero en este artículo no hablaremos del black metal en Estados Unidos, sino del black metal en el norte de Europa.  Durante los años noventa el fenómeno alcanzó su máximo esplendor sobre todo en la región escandinava, especialmente en Noruega y Suecia, dando lugar al llamado black metal noruego y sueco, que se caracteriza por melodías extrañas, frías, sombrías y desoladas.  

En cuanto a sus letras, suelen hablar sobre odio, oscuridad, la oposición cristianismo-paganismo, o la mitología escandinava.  La oposición cristianismo-paganismo es un asunto central en el discurso del black metal surgido en la península escandinava.  Recordemos que muchos músicos del black metal noruego se cambiaron sus nombres de pila, de origen cristiano, por inusuales nombres como una forma de protestar en contra de las creencias católicas que profesaban sus padres.

Darkthrone (Fuente: shop4es.com)

Los músicos del black metal noruego se han opuesto a la presencia del cristianismo en su región en los últimos dos mil años y se han manifestado en contra de las atrocidades que se han ejecutado en nombre de la cruz cristiana a lo largo de la historia (como la época de la Inquisición, entre otras).  Ellos pregonan la vuelta a la Era Vikinga y la época de los reyes paganos.  Muchos de sus nombres artísticos evocan a dioses paganos del norte de Europa.

El escritor Salva Rubio hace un aporte que explica la variedad lírica que trajo el Black metal del norte de Europa, sobre todo en los años noventa:

(...)otro de los elementos más comunes(...)son los cantos a elementos naturales o culturales propios de la tierra a la que se pertenece, con letras escritas en el idioma nacional (algo especialmente visible en los grupos noruegos y suecos).

Y luego el mismo autor complementa:

Temas de glorificación de la naturaleza, el paisaje o la historia nacional se hacen comunes: desde los cantos a los fiordos, los bosques, la vida en la era antigua, la lucha de los antiguos pobladores que vieron su cultura desplazada y destruida por los invasores cristianos, un proceso que tuvo lugar en la historia escandinava durante los siglos X y XI.

Pero toda historia tiene dos caras.  La otra cara, menos amable, tiene que ver con el hecho que en los años noventa, este discurso de corte nacionalista del black metal escandinavo fue mal entendido por algunas personas, quienes ejecutaron actos extremistas como la quema de algunas iglesias cristianas en esos países del norte de Europa.  Si quiere profundizar sobre el tema, en internet encuentra libros y documentales que narran esos actos de violencia contra la comunidad católica en esos países en los años noventa.

Mejor regresemos al asunto musical.  En los noventas se destacan grupos como Emperor, Burzum, Darkthrone, Inmortal, Gorgoroth, entre otros.  En la segunda mitad de esa década surgen otros grupos, como Dimmu Borgir y Old man's child que incorporan otros elementos a la base musical del Black metal, creando un subgénero denominado Black Metal melódico.  Usted puede ver decenas de videos de estos grupos en Youtube. 

En entregas posteriores hablaremos sobre la evolución de este movimiento desde el año 2000 en adelante.

Mi experiencia con el Black Metal de los años noventa

Del black metal noruego y sueco empecé escuchando Darkthrone y sus álbums A blaze in the northern sky (1992) y Under a funeral moon (1993).  De la banda Inmortal escuché Pure holocaust (1993), del grupo Emperor me sumergí en el disco In the nightside eclipse (1994). y del proyecto Burzum escuché Aske (1993).  Considero a todos estos grupos interesantes y su sonido y puesta en escena es distinta a lo que se hace en Estados Unidos y otros lugares.

No deja de ser llamativo que países como Noruega o Suecia (naciones con el índice de calidad de vida más alto del mundo), sean también la cuna de gran cantidad de bandas de Metal extremo.  De hecho, estos dos países, junto a Finlandia, tienen la mayor cantidad de bandas de Metal extremo del mundo, por cada cien mil habitantes. 

Este movimiento del Black Metal me llama la atención porque lo considero un fenómeno musical, cultural y estético complejo e interesante, que vale la pena analizar. Lo ideal es acercarse al fenómeno de forma desprevenida, liberarse de los prejuicios que uno pueda tener.  No es fácil, pero lo estoy intentando.😈  

Fuentes:

Salva Rubio. "Metal extremo 30 años de oscuridad: 1981-2011". (Lleída, 2016).